AMLO deja beligerancia nacionalista por llamado a paz en Ucrania y legítima militarización de la GN
En el marco del desfile conmemorativo de la Independencia de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador cambió la retórica beligerante nacionalista por la defensa del sector eléctrico y optó por un discurso conciliador que busca, en momento de incertidumbre económica y política, calmar los ánimos de Europa y Asia, donde el fantasma de la guerra se cierne.
Flanqueado por José Mujica, expresidente de Uruguay, y Evo Morales, expresidente de Bolivia, a quien México salvó del golpe de Estado en ese país, el mandatario federal cristalizó su anhelo de llevar ante todas las naciones del mundo un plan de cinco años para darle al orbe un respiro de la pandemia de Covid-19 y parar las tensiones bélicas entre Ucrania y Rusia, así como entre China y Taiwán.
“Lograr hacia adelante una tregua de cuando menos cinco años en favor de la paz entre todas las naciones para dedicar todo ese tiempo a enfrentar los grandes y graves problemas económicos y sociales que aquejan y atormentan a los pueblos del mundo. La política es el único instrumento que tenemos para enfrentar la guerra”, lanzó el mandatario federal.
Como ya lo había enunciado, López Obrador propuso que sean el papa Francisco; el primer ministro de la India, Nerenda Modi, y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, quienes encabecen los esfuerzos para negociar una tregua mundial que ponga fin a la guerra entre Rusia y Ucrania y las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China por Taiwán.
El mandatario federal consideró que el primer ministro de la India tiene buenas relaciones con Estados Unidos, China y Rusia, además de que cuenta con el respaldo de su pueblo para ser un negociador para el término de la guerra en Ucrania con los presidentes Volodímir Zelenski y Vladimir Putin.
“El poder sólo tiene sentido y se convirte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. Ojalá tengamos éxito con esta iniciativa y suceda lo que suceda nunca será en vano luchar por la justicia y la paz”, expresó López Obrador.
El simbolismo es importante. En este discurso pacífico, el jefe del Ejecutivo federal también estuvo arropado de la institución con la que ha decidido apuntalar a su gobierno: el Ejército mexicano y la Marina, a la que se le agrega un nuevo participante, la Guardia Nacional.
La parada militar, por el 212 aniversario de la gesta independentista, estará dedicada a esta organización. Nació como una corporación civil, pero la degradación en materia de seguridad que vive el país hicieron imperativo, afirmó López Obrador, que su mando fuera militar para garantizar su incorruptibilidad.
La plancha del Zócalo capitalino se pintó de tres colores, los tres brazos armados, desde ahora, de la Secretaría de la Defensa Nacional: verde, café y gris, Ejército, Marina y Guardia Nacional, y así fue el exhorto del comandante de columna. “Siempre leales”, contestaron los militares a su mando supremo.
Por primera vez, la Guardia Nacional le rindió honores junto al Ejército mexicano a su comandante supremo, López Obrador. Le tocaron el himno nacional junto a la marcha de honor y lo salutaron con 21 salvas de artillería.
“Agradezco de manera fraterna y sincera de la lealtad de las Fuerzas Armadas de México, tanto como de la Marina y la Defensa Nacional, así con su nueva rama, la Guardia Nacional, institución responsable de garantizar con eficiencia y respeto a los derechos humanos la seguridad en nuestro país”.
En el evento estuvieron presentes como invitados especiales de López Obrador los familiares de César Chávez, el migrante y líder del movimiento agrícola en Estados Unidos; los familiares del periodista Julian Assange, familares de Ernesto “Che” Guevara y la familia Luther King, además del gabinete legal y ampliado del gobierno federal, así como los representantes del Congreso de la Unión, Alejandro Armenta Mier y Santiago Creel, y el ministro Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Las “corcholatas”, como se ha llamado a los aspirantes presidenciales de Morena, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López Hernández, estuvieron en primera fila.