AMLO confirma hackeo a la Sedena; estoy enfermo, pero ya se sabía, asegura
El presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó ayer que hubo un ciberataque a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y que son ciertos los informes revelados sobre su salud. Estoy enfermo, tengo varios padecimientos, el más grave, hipertensión, detalló el mandatario en su conferencia mañanera, en la que desestimó que la información robada fuera novedosa. No era nada que no se sepa ya o se deba saber. Pensaron que tenían la gran nota y no tienen nada, sentenció.
Los responsables del hackeo no han sido identificados, pero –indicó– se piensa que se trata de una agencia o grupo extranjero, porque han realizado acciones similares en Guatemala, Chile, Colombia y El Salvador. Comentó que puede ser un grupo nacional también, pero lo dudo. Agregó que para vulnerar los sistemas de seguridad del Ejército, los atacantes aprovecharon que la institución estaba haciendo cambios en ellos, según le informó el general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
López Obrador afirmó en Palacio Nacional que pese a sus problemas de salud, se siente bien, cuenta con buena atención médica y no existe riesgo de que pierda la vida durante su mandato presidencial.
El Presidente pidió a su equipo de comunicación que proyectara en la pantalla del salón Tesorería una canción de Chico Che llamada Que no me quiso el Ejército, en la que el cantante describe que padece altos niveles de alcohol y colesterol en la sangre, piedras en el riñón y agua en los pulmones. Tengo todos los males que se mencionan ahí. Solamente hay una cosa que no tengo, lo del alcohol, pero lo demás sí, y otros males, aseveró sonriente el mandatario.
Explicó, como señala la información robada a la Sedena, que toma medicamentos para problemas de tiroides, gota e hipertensión. Y que si bien en algún momento se negó a someterse a algún tratamiento, los médicos me vencieron. Terminé con un coctel que tomo por las noches para varias enfermedades, un síndrome, pero estoy muy bien.
López Obrador confió que le realizan revisiones médicas cada seis meses, cada cuatro meses. Eso depende de cómo uno se sienta.
Con las botas puestas
Explicó que para atender su problema más delicado, la hipertensión, además de usar tratamientos medicinales, se ejercita. Expresó su preocupación de que consumir tantos medicamentos pueda afectar sus riñones, por lo que cuando termine su mandato tomará menos pastillas.
También cambiará su estilo de vida. Voy a estar a nivel del mar y eso ayuda mucho en el caso de la hipertensión, y ya no (tendré) tantas presiones, entonces voy a bajarle a las pastillas y va a ser más al natural. Pero mientras yo tenga la responsabilidad que me dio el pueblo como Presidente, le tengo que hacer caso a los médicos y tengo que cuidarme.
Comentó que las presiones que se viven en el ejercicio de su cargo público son muchas, y a veces hay que dormir con las botas puestas; sin embargo, es muy satisfactorio también. Es deber, pero también significa una gran satisfacción de poder servir. No hay nada que se compare a poder servir a los semejantes, esa es la verdadera política.
Se dijo despreocupado tras el ciberataque y la revelación de documentos. Uy, no pude dormir, ironizó, y manifestó que no se consideran medidas especiales, porque si se actúa con transparencia, que es la regla de oro de la democracia, si no se miente, si se habla con la verdad, pues qué problema puede uno tener.
Señaló que la publicación de los informes fue un asunto de politiquería que no lo dañará, pues la gente hasta rechaza esto; la gente lo ve como una intromisión, una falta de respeto a la privacidad, una bajeza.