Las autoridades mexicanas esperan evacuar a unas 60 personas desplazadas por la guerra en Ucrania
El embajador en Rumania, Guillermo Ordorica, califica la situación como una emergencia. El vuelo de repatriación está previsto para el martes
México busca sacar de Rumania a unas 60 personas que han escapado de la guerra en Ucrania. Ese es el cálculo de las autoridades a cargo del operativo de repatriación. El avión de la Fuerza Aérea Mexicana para llevarlos a casa ha aterrizado este sábado en el aeropuerto de Bucarest y está previsto que el vuelo de regreso sea este martes. “Nos encontramos en una situación de emergencia en esta región de Europa”, ha dicho el embajador Guillermo Ordorica, que ha sido el encargado de recibir a los mexicanos que huyen del conflicto armado rumbo a territorio rumano. “Cada caso que tratamos es una historia de tristeza y de tragedia, pero también de éxito y optimismo”, ha agregado Ordorica.
Los embajadores mexicanos en Rumania y Ucrania, así como la Secretaría de Relaciones Exteriores, han evitado dar una cifra exacta de cuántas personas serán las que regresen a México. Es muy probable que se tenga un número más definido el lunes por la tarde porque muchas familias aún no han decidido si volverán a suelo mexicano o se quedarán en los países vecinos con la esperanza de que se acabe la guerra pronto. Ese grupo de 60 personas está compuesto por miembros de la comunidad mexicana y familiares directos, como cónyuges o hijos con nacionalidad ucrania.
Unas 30 personas han optado por ahora por quedarse en alguno de los países de la Unión Europea o son esposas que no quieren dejar a sus maridos, obligados a quedarse a combatir por la ley marcial, en Ucrania. “No quieren abandonar a sus esposos”, ha agregado García Guillén y ha detallado que algunas permanecen en ciudades bajo asedio permanente como Dnipro, donde se abrió una de las primeras líneas de combate, o Chernigov, cerca de la frontera con Bielorrusia, uno de los aliados del Gobierno de Vladímir Putin.
Para esta ocasión, se ha corrido la voz de que Rumania es el punto de evacuación y los mexicanos que han logrado huir vienen de sitios muy diversos entre los países limítrofes a Ucrania: algunos se fueron a Hungría, otros a Polonia y un pequeño grupo a Moldavia. Bucarest será el lugar de encuentro. “Unos ya están aquí y otros están viajando”, ha comentado Guillén. Las personas que no pudieron abordar el primer vuelo son principalmente familias, que han tenido problemas para moverse o no podían costear un vuelo de regreso a México. Vivían en las dos principales ciudades de Ucrania, Kiev y Járkov, dos puntos clave en la ofensiva militar de Rusia, que ya se ha extendido por más de dos semanas. La mayoría de quienes ya están en la capital rumana se quedan en albergues dispuestos por las autoridades locales y un pequeño grupo tiene alojamientos propios.
El vuelo del Boeing 737-800 de la Fuerza Aérea Mexicana llegó al aeropuerto Henri Coanda de Bucarest con 1,5 toneladas de ayuda humanitaria. La petición del Gobierno rumano fue principalmente recibir colchonetas, mantas eléctricas y cobijas para los refugiados. “Llega el segundo vuelo a Rumania con ayuda consistente en medicamentos, colchonetas, colchas y otros enseres para los campamentos de refugiados en ese país”, ha declarado Marcelo Ebrard, titular de Relaciones Exteriores. Más de 84.000 ucranios están refugiados en Rumania, en un éxodo que ya se ha traducido en más de dos millones de personas obligadas a abandonar su país desde el inicio de la guerra, según la Organización de las Naciones Unidas.
El trayecto desde México ha sido extenuante. Fueron más de 18 horas de vuelo, un par de horas menos de lo previsto porque no se hizo la primera de las escalas que se tenían planeadas en Canadá por malas condiciones meteorológicas. Tras hacer dos paradas para cargar combustible en Gander, en el extremo este de territorio canadiense, y la ciudad irlandesa de Shannon, el avión ya está listo para emprender el vuelo de regreso.
La aeronave tiene espacio para 150 pasajeros y es probable que los asientos disponibles se ofrezcan a Gobiernos de otros países de América Latina y el Caribe para que puedan volver a sus países con el apoyo de las autoridades mexicanas. “La instrucción que tenemos es facilitar a salida de latinoamericanos, siempre que haya la disponibilidad”, ha insistido Daniel Millán, jefe de la oficina de la Cancillería. La llegada del avión marca el inicio de la fase final de una operación contrarreloj, en el que el mayor desafío será sacar de la guerra y traer a casa a la mayor cantidad de personas posibles en las próximas 72 horas.