Mexicanos perciben que la ley está al servicio de poderosos: Arturo Zaldívar

En México hay un problema de falta de legitimidad de todo el sistema legal. Desde el “obedézcase pero no se cumpla”, que viene de España, dijo el presidente de la SCJN en entrevista con Efe

Al frente de la Suprema Corte de Justicia de México, Arturo Zaldívar, se ha convertido en una de las figuras públicas más visibles de México, no solo gracias a su popularidad en Tik Tok, sino también al haber capitaneado decisiones históricas para el país como declarar inconstitucional la criminalización del aborto y la marihuana.

En esta entrevista en exclusiva con EFE en la sede de la Suprema Corte, comenta también la ola de violencia que vive México, la desconfianza de la sociedad respecto a la Justicia y su “relación cordial” con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador

EFE: El caso de Ayotzinapa de 2014 (la desaparición colectiva forzada de 43 estudiantes de la escuela rural de esa localidad del estado de Guerrero), es una de las mayores tragedias de la historia reciente de México. En las últimas semanas han aumentado las dudas acerca de la labor de la Justicia. ¿Qué opina del desempeño del fiscal general Alejandro Gertz? ¿Cree que está entorpeciendo la labor de la justicia?

Zaldívar: Ayotzinapa es, sin duda, una de las grandes tragedias de este país. Ha sido una investigación que ha enfrentado muchos problemas a lo largo de todos estos años. Hay una voluntad auténtica que yo he percibido en este Gobierno para encontrar una solución. Y el resultado de las investigaciones, si son plausibles o no, le tocará irlo determinando a los jueces. Yo no podría hacer una manifestación de ninguna clase. Tengo respeto por el Fiscal General de la República.

EFE: Según datos recientes, apenas 3 de cada 100 homicidios dolosos son resueltos. ¿Es la impunidad uno de los grandes problemas en México?

Zaldívar: No creo que en ningún país del mundo la justicia sea totalmente justa. Que la justicia sea igual para todos en prácticamente todos los países es una aspiración, no es una realidad. En México, no tenemos una cultura de la denuncia, la mayoría de las personas no están satisfechas con el trabajo de las fiscalías. Es común que cuando los asuntos se judicializan no estén suficientemente sustentados. En muchas ocasiones los jueces tienen que liberar o declarar sentencias absolutorias, lo que genera un malestar en la sociedad. De tal suerte, creo que en ese sentido estamos quedando a deber.

Pero lo que es peor es que la mayor parte de las personas que se encuentran privadas de libertad son personas pobres, que no han tenido una defensa adecuada y se encuentran totalmente desprotegidas frente al aparato poderoso del Estado.

EFE: ¿Entonces no considera que los niveles elevados de violencia en México vienen acrecentados por esa sensación de que muy poca gente paga por los crímenes?

Zaldívar: Lo que pasa es que los niveles de violencia que estamos viendo en este momento derivan particularmente del crimen organizado. Estamos en este momento en México viviendo con organizaciones criminales muy poderosas que son las que generan la mayor parte de esta violencia. Ahora, si hay otro tipo de delito, por ejemplo muy marcado, son los feminicidios. Uno de los incentivos perversos es que no se persiguen y cuando se persiguen se hace mal. En ciertos sectores delictivos, esta cuestión de que quien cometa el delito parezca que va a quedar impune, sí que tiene una incidencia.

EFE: Entre la población mexicana sí que parece existe una desconfianza frente a la autoridad, la policial, la judicial, seguridad. ¿Cómo se puede trabajar desde la Suprema Corte para revertir esta desconfianza que parece muy arraigada?

Zaldívar: En México tenemos un problema de falta de legitimidad de todo el sistema legal. Desde el “obedézcase pero no se cumpla”, que viene de España, se fue generando desde tiempos de la colonia en el inconsciente colectivo que una cosa era lo que hacía la ley y otra cosa lo que se hacía. Nos fuimos acostumbrando a este doble rasero. Hay ciertas normas en la Constitución, en la ley, pero que sabíamos que en la práctica no se respetaban. Y quizá derivado de esto el mexicano y la mexicana tienen una percepción de que la ley está al servicio de los poderosos.

EFE: ¿Qué responde a quienes le acusan de estar demasiado cerca del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador?

Zaldívar: Primero, hay que decir, quienes hacen estas acusaciones cada vez queda más claro que lo hacen con una agenda política, que son descalificaciones gratuitas. En segundo lugar, una relación cordial, y una interlocución con el presidente de la República la han tenido todos mis antecesores. Lo que sucede es que las reuniones que he tenido con el presidente López Obrador son transparentes, son públicas, y antes se mantenían en secreto.

Hay temas sobre los que tenemos que dialogar, sobre todo en momentos en los que el país está pasando por esta crisis de seguridad, de violencia a la que usted ha aludido. La relación, la cercanía y el aprecio con el presidente siempre ha sido sobre la base del respeto y de la confianza, y de la independencia del Poder Judicial.

EFE: La Suprema Corte ha tomado decisiones que se pueden calificar de progresistas, como la despenalización del aborto. Pero parece que el Legislativo no tiene mucha prisa. ¿A qué achaca usted esta inacción?

Zaldívar: El proceso político de los derechos en México ha sido muy particular porque el avance en los derechos no se ha logrado en los últimos años en sede legislativa, sino en sede judicial. Ha sido la Corte la que ha impulsado las grandes transformaciones en materia de derechos, todo lo que tiene que ver con los derechos reproductivos y sexuales de la mujer, del matrimonio igualitario. En el Congreso lo que hay son contiendas políticas y electorales. Nosotros en lugar de hacer un referéndum donde la gente diga si este derecho les parece que se tiene que avanzar, lo hemos hecho en sede jurisdiccional, lo que sí es peculiar, no es lo común. Por eso, la Corte mexicana es una de las cortes de más vanguardia en todo el mundo, no solo en América.

EFE: Uno de los elementos más sorprendentes de su mandato es este énfasis en los nuevos modos de comunicación, especialmente Tik Tok. ¿Qué les dice a los críticos que lo califican de frivolidad?

Zaldívar: No hay nada de frivolidad en decirles a los jóvenes que respeten a los animales, que no hagan discursos de odio, que discutan sobre si es conveniente la eutanasia o no, que entiendan a través de una canción que está de moda los roles de la mujer y el hombre. Los mensajes que yo envío en Tik Tok no son mensajes frívolos, son bien profundos, pero van para un público diferente.

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