Revocación de mandato: mexicanos participan poco en consultas
Aunque los resultados casi siempre son los que busca, la participación nunca ha superado 10% de la población convocada
Siendo gobernante de la capital realizó seis ejercicios similares, dos incluso para que los habitantes de la Ciudad de México decidieran si le revocaban o no el mandato. Y desde que ganó la Presidencia ha echado mano de esta herramienta en seis ocasiones. Aunque los resultados casi siempre fueron los que él impulsaba, la participación ciudadana siempre fue mínima: aún en los ejercicios más nutridos, nunca ha rebasado 10 por ciento de la población convocada a opinar.
La primera consulta a la que el tabasqueño se sometió fue el 13 de mayo de 2000 para que la ciudadanía decidiera si abanderaba al Partido de la Revolución Democrática (PRD) para la Jefatura de Gobierno de la capital. Participaron 400 mil habitantes de la ciudad y 96 por ciento votó a favor de su candidatura.
Fue la Fundación Rosenblueth, misma que estuvo a cargo de la consulta que 18 años más tarde enterró el proyecto del aeropuerto de Texcoco, la que organizó la votación y el conteo de votos.
Ya en el cargo de jefe de Gobierno, el experredista echó mano de las consultas en seis ocasiones, cuatro de ellas durante su primer año de mandato.
La primera se realizó a principios de febrero de 2001 para preguntar a los capitalinos si estaban de acuerdo con su política para regular las marchas, lo que incluía no utilizar la fuerza pública para disolver bloqueos y garantizar el derecho de manifestación.
Aunque más que una consulta abierta en urnas, se trató de una encuesta encargada a las empresas Mitofsky, Arcop e ISA, en la que 86 por ciento de los entrevistados avaló la política. El mismo mes convocó a otra consulta –esta vez telefónica– para preguntar a sus gobernados si estaban de acuerdo o no en que se siguiera implementando el horario de verano en la capital.
Participaron 318 mil personas y 75 por ciento votó en contra del cambio de horario. Aunque López Obrador expidió un decreto para quitar el horario de verano en la capital, no se concretó porque el caso llegó a la Suprema Corte que decidió dejarlo sin efecto y ceder al Congreso de la Unión la decisión. El Legislativo optó por seguir aplicando el horario de verano.
En noviembre de 2001 se llevó a cabo una nueva consulta telefónica para poner a consideración un aumento en el precio del boleto del Metro de 1.50 a dos pesos. Se recibieron 47 mil 835 llamadas y 60 por ciento apoyó el incremento.
Al siguiente año, en septiembre de 2002, López Obrador pidió al Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) organizar un plebiscito para decidir si se construía o no el segundo piso del Periférico.
Votaron 420 mil 522 ciudadanos y 65 por ciento avaló la obra.
Tres meses después, en diciembre, vino el primer ejercicio de revocación de mandato como jefe de Gobierno. Participaron 691 mil 619 personas, hasta ese momento la participación más alta de las consultas realizadas, aunque apenas representaba 10 por ciento del padrón electoral en la capital (de 6.5 millones de electores).
Más de 95 por ciento de los votantes respaldaron la gestión del tabasqueño. Fue la primera vez que tuvo lugar en la Ciudad de México un ejercicio de este tipo.
Dos años después, López Obrador se sometió a una segunda consulta de revocación de mandato. La afluencia disminuyó (sólo 556 mil 727 personas o siete por ciento del padrón), aunque el resultado fue idéntico (95 por ciento opinó que permaneciera).
Esta fue la última consulta que realizó como jefe de Gobierno ya que después tuvo que enfrentar su proceso de desafuero e inició su campaña rumbo a las elecciones presidenciales de 2006.
LAS CONSULTAS EN LA CUATROTÉ
Luego de dos intentos fallidos por ganar la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador finalmente triunfó en las elecciones federales de julio de 2018. Fue en el proceso de transición cuando el ya presidente electo comenzó a hacer uso de las consultas ciudadanas para poner a votación algunos de los temas más polémicos que hasta ahora siguen marcando su gestión.
La primera ocurrió entre el 25 y el 28 de octubre de 2018, cuando se decidió el destino del aeropuerto internacional que se construía en el municipio de Texcoco, Estado de México. En una consulta llena de irregularidades –donde hubo personas que votaron dos y hasta tres veces– se emitieron un total de un millón 69 mil 870 opiniones, donde la mayoría se pronunció por cancelar la obra de Texcoco y en su lugar construir una nueva en la base militar de Santa Lucía, así como reacondicionar los aeropuertos actuales en la Ciudad de México y Toluca.
Un mes después puso a consulta sus 10 proyectos prioritarios a desarrollar en el sexenio –entre ellos el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y sus programas sociales– en la que participaron poco más de 946 mil personas. Más de 90 por ciento avaló los proyectos.
Ya como Presidente en funciones, su gobierno organizó una consulta entre los habitantes de Morelos, Puebla y Tlaxcala para definir el destino de la planta termoeléctrica de Huexca, propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El ejercicio se llevó a cabo en medio de protestas de quienes se oponían a la megaobra y días después del asesinato del defensor ambiental y opositor a la planta, Samir Flores.
Acudieron a emitir su opinión 55 mil 715 personas y 59 por ciento se manifestó a favor de que el proyecto continuara. Un día antes de la consulta, López Obrador advirtió que si la planta se cancelaba se perderían 25 mil millones de pesos invertidos hasta ese momento.
Aunque el Tren Maya ya se había aprobado en consulta, el 15 de diciembre de 2019 López Obrador consultó a los pueblos indígenas de los estados del sureste su opinión sobre el megaproyecto. Participaron cinco mil 436 y 92 por ciento votó por el sí.
En marzo de 2020, otra consulta entre pobladores de Mexicali, Baja California, en la que participaron menos de 37 mil personas (cinco por ciento del padrón de ese municipio), terminó por frenar la continuación de la planta cervecera de Constellation Brands, pese a que ya se habían invertido mil 400 millones de dólares y llevaba 65 por ciento de avance, según el Consejo Coordinador Empresarial.
CONSULTAS SE HACEN LEY
Los ejercicios ciudadanos habían sido organizados hasta ese momento por el gobierno lopezobradorista o por organizaciones a las que les encomendaba la tarea, ya que no estaban previstos en la Constitución ni en las leyes mexicanas
Fue durante la administración actual que tanto las consultas ciudadanas como la de revocación de mandato se incorporaron a la Carta Magna. También se aprobaron sus leyes reglamentarias, delegando al Instituto Nacional Electoral (INE) su organización.
La primera consulta legalmente en forma fue la del juicio a los últimos cinco expresidentes de México, la cual no alcanzó ni ocho por ciento de participación. Apenas votaron 6.6 millones, cuando se necesitaban 37.5 millones (40 por ciento del padrón) para que fuera vinculante.
Ese domingo 1 de agosto de 2021, los puntos de votación lucieron todo el día vacíos, lo que contrastaba con la copiosa participación de las elecciones federales intermedias celebradas apenas dos meses atrás, en las que votaron casi 49 millones.
Aunque el primer mandatario señaló reiteradamente que no estaba a favor de enjuiciar a sus antecesores, terminó culpando al INE de boicotear el ejercicio por la escasa votación.
Hoy se llevará a cabo la consulta de revocación de mandato que más parece un ejercicio para afianzar la alta popularidad del Presidente. Los gobiernos federal y estatales emanados de Morena han empleado todos los medios a su alcance para promover la participación en la consulta a pesar de incurrir en francas violaciones a la ley.
No sólo buscan superar el umbral de participación que hasta ahora han tenido esos ejercicios, sino llegar a los 37.1 millones que pide la legislación vigente para que sea vinculante, es decir, 40 por ciento del padrón nacional.