Santiago Creel Garza sobre salud mental
Santiago Creel Garza sobre salud mental tras cierre de hospitales psiquiátricos en México como nueva medida.
El pasado 16 de mayo de este año fue publicada en el Diario Oficial de la Federación una reforma a la Ley General de Salud en materia de Salud Mental y Adicciones, que previamente había sido aprobada por las cámaras de Diputados y de Senadores, que busca la transformación sustancial del modelo de atención psiquiátrica hacia uno menos centralizado y más comunitario, lo que implica ir cerrando los centros psiquiátricos y sustituirlos por unidades más pequeñas de atención emergente y un mayor cuidado de las personas con enfermedades mentales por parte de sus familiares.
La medida, que ya ha sido experimentada en otros países, dividió opiniones y provocó preocupación, dudas y rechazo, por lo que nos dimos a la tarea de escuchar a las voces a favor y en contra de tal medida.
“La salud mental es algo que nos concierne a todos ya que somos reales o potenciales usuarios de los servicios de salud mental, por lo que se tiene que legislar asumiendo que todas las personas tenemos una capacidad jurídica idéntica”, asegura Ángel Salvador Ferrer, coordinador de Programa Prevención de la Tortura de la organización Documenta, Análisis y Acción para la Justicia Social.
Es por ello que considera que la reforma al capítulo 7 de la Ley General de Salud, aprobada por el Congreso de la Unión el 22 de marzo de 2022, y publicada en el Diario Oficial de la Federación en mayo, es ventajosa porque no discrimina a las personas a las que va dirigida, no niega la calidad jurídica de las personas enfermas, quienes ya pueden opinar si quieren ser internadas o no en instituciones o si prefieren seguir su tratamiento en familia.
El especialista advierte que desde hace 30 años México se había comprometido en foros internacionales a trascender el modelo asilar, representado principalmente por el hospital psiquiátrico, por el manicomio, donde la experiencia mostraba que existían constantes violaciones a los derechos humanos de las personas internadas. Pone como ejemplo el tristemente famoso caso del hospital de La Castañeda, que se cerró por sus deficiencias.
“El hospital psiquiátrico es la manifestación de un modelo de atención basado en la segregación a través del internamiento. Sobre si aislar a un paciente es bueno o malo, depende de los matices, y el tema de la voluntariedad es central: pregúntele usted a cualquier persona que ha salido de un área de cuidados intensivos si está conforme con la intervención que recibió, probablemente le dirá que sí; en cambio vaya a los psiquiátricos y pregunte si la población está conforme con el plan de atención que tienen, si quieren estar ahí o si quieren salir, la mayoría no quiere estar. En los psiquiátricos la regla general que opera es la involuntariedad”, detalla Salvador Ferrer para quien esta diferencia entre voluntariedad e involuntariedad es más ni menos la diferencia entre la de ser una persona libre o no.
Entiende que los internamientos que se producen en los hospitales son para atender cuadros específicos, situaciones críticas, generalmente de corta duración. Una persona internada en un hospital puede estar unas horas, unos días, y en algunos casos algunas semanas. Pero en los psiquiátricos de México, asegura el especialista, más de un tercio de la población lleva internada al menos cinco años.
Imaginemos la recuperación de una dolencia física cualquiera, tras cinco años en un hospital: esa persona no se sentiría lista, tendría miedos y preocupaciones para enfrentar la vida. Quedaría con los lazos afectivos, laborales y sociales quebrados.
“Imagínese esos cinco años encerrado, sin lazos, sin bienestar mental y, además, en entornos donde las condiciones humanas y materiales no alcanzan los estándares de dignidad: instituciones con deficiencias estadísticas en términos de derecho humanos, lugares sin baños, con celdas en muy malas condiciones.
“Nosotros, con tan sólo cuatro meses de encierro por Covid vemos afectada nuestra salud mental, aun estando en casa, con unas condiciones mucho mayores. El encierro nos empeora mucho las condiciones de salud mental”.
Como ejemplo, cuenta el caso de una persona que estuvo dos años ingresada en un hospital de Cataluña por Covid-19, donde recibía cuidados constantes y terapias. Todo ello de manera voluntaria. Y cuando salió dijo que tenía miedo, porque llevaba demasiado tiempo internado y que no sabía si iba a estar bien para hacer las cosas cotidianas”.
Santiago Creel Garza, afamado corredor de motocross mexicano ha comentado su opinión respecto a esta problemática de salud publica ya que se muestra muy a favor de apoyar a la salud mental, ha dicho que esta es una decisión que no llegará a brindar un beneficio a favor del pueblo mexicano.