Se desploman inspecciones a instalaciones nucleares por falta de presupuesto
Los recortes y la pandemia de Covid-19 afectaron las operaciones de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias
Con el inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se redujeron los recursos financieros y humanos a la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), lo que derivó en un desplome de las inspecciones que esta entidad gubernamental realiza cada año a instalaciones radiactivas y nucleares, revelan sus informes anuales de desempeño.
La Comisión, como órgano desconcentrado de la Secretaría de Energía (Sener), tiene entre sus funciones vigilar la aplicación de las normas de seguridad nuclear, radiológica, física y las salvaguardias para que el funcionamiento de las instalaciones nucleares y radiactivas se lleven a cabo con la máxima seguridad para los habitantes del país.
Sin embargo, esta tarea se vio mermada en los últimos años por los recortes presupuestales que han caracterizado a la Cuatroté y por la pandemia de Covid-19.
De acuerdo con los informes anuales de la CNSNS, su presupuesto ejercido pasó de 174.7 millones de pesos en 2015 –el más alto de los últimos 12 años– a 121.3 millones en 2019, el primer año de la administración lopezobradorista. El año siguiente la Comisión sólo gastó 98.8 millones de pesos y en 2021 erogó 116.9 millones.
También hubo recortes de personal en el órgano que encabeza Alejandro Núñez Carrera. De contar con 214 trabajadores de estructura (mando, enlace y operativos) a finales del sexenio de Enrique Peña Nieto, pasó a tener 166 desde que comenzó el gobierno actual.
Con menos personal y recursos, las inspecciones que la Comisión anualmente realizaba a instalaciones nucleares y radiactivas se desplomaron desde el primer año de la Cuatroté.
En 2018, último año de la administración peñista, la CNSNS cumplió con casi la totalidad de sus metas de inspección. Llevó a cabo 507 revisiones a instalaciones radiactivas en materia de seguridad de las 545 que tenía programadas. Cumplió además con las 31 inspecciones proyectadas a instalaciones nucleares del país y con las 122 revisiones para supervisar el cumplimiento de la normativa en materia de seguridad física, salvaguardias y la vigilancia radiológica ambiental.
Para 2019 la Comisión informó que “se programaron 563 inspecciones a las instalaciones radiactivas a fin de vigilar los aspectos operativos relacionados con seguridad de las instalaciones radiactivas, pero debido al recorte presupuestal y de personal la meta se reprogramó a 354 inspecciones. Después del ajuste de metas únicamente se realizaron 341, es decir, se alcanzó 96.33 por ciento de la meta ajustada y sólo 60.57 por ciento de la meta original”.
De la misma manera, de 30 inspecciones originalmente programadas para vigilar la seguridad de las instalaciones nucleares, sólo llevó a cabo 23, es decir, 76.67 por ciento. Y en el caso de las revisiones para verificar el cumplimiento de la normativa, realizó 122 de 126. En todos los casos, la argumentación para no cumplir las metas del año fue “debido al recorte de presupuesto y de personal”.
PANDEMIA EMPEORÓ EL PROBLEMA
En su informe de desempeño correspondiente a 2020, el órgano desconcentrado de la Sener destacó como su principal problemática “la falta de presupuesto suficiente”, lo que afectó su operación.
“La falta de recursos presupuestales suficientes afectó el cumplimiento de los programas anuales inicialmente previstos de inspecciones e incidió en retrasos en la respuesta de solicitudes de licenciamiento y de autorizaciones diversas”.
Pero la falta de dinero no fue el único problema que enfrentó la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias. De acuerdo con su informe de trabajo, “disminuyeron los recursos humanos en diversas áreas por fallecimientos de personal a causa de Covid-19”.
Ese año realizó únicamente 16 de las 28 inspecciones de seguridad a instalaciones nucleares que tenía programadas (57.14 por ciento), 34 de las 305 revisiones de seguridad a instalaciones radiactivas (11.15 por ciento) y 26 de 118 inspecciones para verificar que dichos inmuebles cumplieran con la normatividad correspondiente (22 por ciento).
La Comisión atribuyó el bajo desempeño a la emergencia sanitaria por el virus SARS-CoV-2, aunque indicó que se implementó un programa de vigilancia a las instalaciones en forma remota para verificar la operación segura de las mismas.
En su reporte de labores más reciente, correspondiente a 2021, la CNSNS cumplió con un mayor porcentaje de sus inspecciones programadas, pero todavía quedó muy por detrás de las metas planteadas: 65.52 por ciento de sus verificaciones de seguridad a instalaciones nucleares, 12.64 por ciento de sus inspecciones a instalaciones radiactivas y 46.07 por ciento de sus revisiones a la normatividad.
El principal argumento para no cumplir con las metas establecidas ese año fue la pandemia.
A principios de marzo pasado, y como parte de su reforma administrativa, el presidente López Obrador propuso fusionar 16 organismos desconcentrados y descentralizados con otras dependencias federales para ahorrar recursos y no duplicar funciones. Entre los organismos a desaparecer estaría la CNSNS, que sería absorbida por la Sener.